Los neumáticos son uno de los componentes más importantes del auto en términos de seguridad, y también tienen el mayor efecto sobre la maniobrabilidad y el andar. Un juego de neumáticos nuevos puede hacer que el auto “flote en el aire” y que pueda maniobrarse como un Porsche. Los neumáticos nuevos también mejoran significativamente el desempeño de los frenos, una ventaja importante en términos de seguridad.
El cambio de neumáticos es algo que la mayoría de los conductores hacen con un profesional, ya que implica contar con equipamiento especializado. La mayoría de los neumáticos nuevos tienen dibujos con una profundidad de 1/3 de pulgada. Recomendamos empezar a pensar en un cambio de neumáticos cuando la profundidad del dibujo llega a 1/8 de pulgada. Una manera de estimar eso consiste en tomar una moneda de 1 centavo y poner la cabeza en el dibujo con la mayor profundidad: si se puede ver el cabello de Lincoln, es hora de comprar nuevos neumáticos.
La goma de los neumáticos se gasta con el tiempo, incluso si no se usan. Por eso es tan común ver autos con trailers de botes y casas rodantes al costado de la carretera, con las ruedas estalladas. Recomendamos reemplazar los neumáticos cuando tengan más de cinco años de antigüedad, independientemente del nivel de desgaste.
La fecha de fabricación puede deducirse a partir del número del Departamento de Transporte (DOT) escrito en el costado de los neumáticos. En general, el número tiene 9 o 10 dígitos, y los últimos cuatro indican la fecha de fabricación. Los primeros dos de esos cuatro son la semana de producción, y los últimos dos son el año. Por ejemplo, si los últimos cuatro dígitos son 3912, el neumático fue fabricado en la 39º semana de 2012.
Recomendamos cambiar los cuatro neumáticos al mismo tiempo, en especial en autos con tracción en las cuatro ruedas (4WD) o tracción integral (AWD). Para aprovechar sus neumáticos al máximo, rótelos con frecuencia.