El refrigerante, que también se conoce como anticongelante, suele ser una mezcla de agua y etilenglicol. El refrigerante disminuye el punto de congelación y eleva el punto de ebullición de los fluidos, lo cual es esencial para proteger un motor en climas cálidos y fríos.
Además de administrar la temperatura del motor del auto, el refrigerante también tiene componentes que inhiben la corrosión y lubricantes. Los primeros ayudan a proteger el radiador de aluminio del auto, porque el refrigerante fluye a través de metales electroquímicamente incompatibles, como el hierro y el metal de soldadura en el resto del motor. Los lubricantes del refrigerante ayudan a mantener las juntas en la bomba de agua y las mangueras.
Las mangueras del refrigerante están hechas de goma, y se gastan con el tiempo. Cuando una manguera se rompe, se produce una gran explosión de vapor bajo el capó del auto, o el motor deja de funcionar. En cualquiera de los dos casos, es una situación desagradable y muy fácil de prevenir cambiando las mangueras antes de que sea tarde.